El GPM recomienda al Banco Central recortar la tasa de interés en 50 puntos la próxima semana
En una votación que no fue unánime, los cinco economistas se alinearon con las expectativas de recorte del mercado para la Reunión de Política Monetaria (RPM) del 22 y 23 de mayo.
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En la antesala de la Reunión de Política Monetaria (RPM) del 22 y 23 de mayo, las expectativas del mercado lucen alineadas en un recorte de 50 puntos base (pb.) en la tasa clave. Y desde el Grupo de Política Monetaria (GPM) también se suman a esta apuesta, para situarla en 6%.
“Si bien la inflación no ha terminado de situarse de manera permanente en 3%, sus perspectivas apuntan a que lo anterior se lograría en la primera parte del próximo año. Con ello, el proceso de normalización de la política monetaria hacia un nivel neutral debiera continuar en los próximos meses”, señala el comunicado.
A su vez, el grupo de economista argumenta que “la magnitud de los recortes en la tasa de interés rectora debiera depender de cómo los datos macroeconómicos impactan en la consolidación de una inflación en 3%”.
El GPM está formado por los economistas Juan Pablo Medina, Andrea Tokman, Eugenia Andreasen, Carlos Budnevich y Tomás Izquierdo. Este último votó por la opción de bajar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base.
“Cuando empezamos a bajar la tasa veníamos con mucha fuerza, y en el camino nos dimos cuenta que iba a ser un poco más difícil”, dijo Tokman haciendo alusión a las sorpresas inflacionarias de comienzos de año. La economista jefe de Quiñenco se mostró “un poquito más indecisa entre 25 y 50 puntos. Los datos de actividad recientes nos llaman a ser más cautelosos”.
Andreasen postuló que una de las razones por las que votó por los 50 puntos fue las condiciones restrictivas en construcción y el sector inmobiliario. “El recorte de la tasa puede ir ayudando”, lanzó. Medina aseguró, a su vez, que incluso pensó en una baja de 75 puntos base, pero que factores como que la tasa clave está determinada por las condiciones financieras de afuera lo hicieron inclinarse finalmente por 50 pb.
“La economía mundial ha tenido un proceso desinflacionario sin grandes costos en términos de actividad y demanda, dado que ha sido facilitado por la reversión de varios factores que incidieron en su aumento durante el 2021 y 2022. Sin embargo, la consolidación de una estabilización de la inflación en torno a los niveles objetivos de los bancos centrales no ha terminado, lo cual ha implicado que las políticas monetarias todavía se mantienen en terreno contractivo en una gran parte de las economías”, menciona el comunicado del GPM.
Los economistas ven “patrones similares” en una economía chilena que ha recuperado dinamismo.
“En el ámbito interno, la actividad y demanda se han venido recuperando, aunque la fortaleza y duración de este proceso sigue un tanto incierto. Luego de que las cifras de actividad de enero y febrero fueran mayores a las esperadas, el dato de marzo fue un tanto más débil de lo anticipado”, aseguran los economistas.
Y suman que “el sector construcción sigue bastante debilitado, condicionado por una menor demanda y tasas de interés elevadas para los créditos hipotecarios. En contraste, el sector minero tuvo una recuperación de producción sustancial en marzo y también está influenciado favorablemente por el alza reciente del precio del cobre”.
A su vez, “existe preocupación sobre los elevados registros inflacionarios de los últimos meses, los cuales han resultado mayores a los previstos, postergando la esperada convergencia de la inflación anual a la meta de 3%”.
No obstante, destacan que las expectativas de inflación a dos años se han mantenido en 3%. Además, junto con otros factores globales que inciden en una depreciación del dólar, la reciente alza en el precio del cobre y una disminución en el riesgo país de Chile han propiciado una apreciación del peso “relativo al dólar”.
Plano externo
A nivel internacional, el grupo resalta que la inflación de los servicios “sigue siendo marcadamente más elevada” que la inflación de bienes. “Notar que nuevas restricciones comerciales a las exportaciones chinas también podrían impulsar la inflación de bienes. Al mismo tiempo, las represalias que pudiera aplicar China a estas medidas podrían ejercer una presión adicional de costos en este contexto de un mundo más fragmentado”, dice el documento.
En materia de actividad, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento de 3,2% en 2024 para el mundo, lo cual está por debajo de los promedios históricos.
En ello influyen los costos de endeudamiento aún elevados, el retiro del apoyo fiscal en varias economías, efectos adversos de más mediano plazo del covid-19, de la invasión rusa de Ucrania y el conflicto en Gaza e Israel. También un débil crecimiento de la productividad y una creciente fragmentación geopolítica que afecta adversamente el comercio internacional; aseguran desde el GPM.
Los mercados de materias primas también han evidenciado un cambio reciente de las tendencias vistas en los últimos dos años. Los precios del petróleo y los metales han aumentado en un contexto de elevadas tensiones geopolíticas, condiciones de oferta ajustadas y signos de una demanda industrial robusta, aseguran los economistas.
El comunicado menciona que “el caso del precio del cobre es destacable, dado que ha aumentado desde valores levemente por debajo de US$ 4 la libra a principios de abril a cerca de US$ 4,6 la libra en los días recientes, un alza del orden de 15%”.
“Si bien esto es una buena noticia para los exportadores de materias primas como Chile, también sugiere un cambio para las perspectivas de inflación global, dado que, como se mencionó previamente, una parte relevante de la reducción inflacionaria desde el 2022 es atribuible al descenso en el precio de las materias primas”, añaden los expertos.
Sobre Estados Unidos, destacan que se ha asentado la posibilidad de un recorte de la tasa de la Reserva Federal en septiembre próximo.